
- Autor: Luis Guvieta
- Editorial: Ingrávida
- Género literario: Cuento
- Precio: ¢ 9.800
- Formato: Libro arte impreso,
- ISBN: 978-9930-591-55-0
- Tamaño:16×16 cm
- Páginas: 94
- Precio: ₡8000
- FB e IG: @ingravida.editorial
- Resumen:El escritor Luis Castillo (Luis Guvieta) nos presenta su ópera prima, el cuentario Una vez vi un diccionario, publicado por Ingrávida Editorial. El título hace referencia a “El diccionario del diablo de Ambrose Bierce”, autor con el que comparte el gusto por la sátira y el ingenio en la construcción narrativa. Los cuentos de Castillo son breves como una metáfora, un cuadro, un fotograma. Son un elogio a la brevedad, densa y profunda. El narrador omnisciente se limita a iluminar con cuidado cada arista, nos describe las imágenes de manera objetiva, de la misma forma que lo haría un científico en un laboratorio con su último experimento. No por lo anterior las situaciones que deben acometer los personajes carecen de humor, al contrario, lo refinan. Es un humor de cara de palo, a lo Buster Keaton. Este tipo de narrador es eficiente para tomar distancia del texto y por ejemplo presentar lo humano como una otredad, así le brinda al lector el espacio crítico necesario para observar los comportamientos de estos entes biológicos tan propensos a la vanidad, el egoísmo y al absurdo. Casi nos hace olvidar que solo estamos frente al espejo.Castillo crea una mitología con animales extraños, pero por extraños familiares. Si pretendiéramos hacer una genealogía de Una vez vi un diccionario, tendríamos que retroceder hasta las fábulas de Esopo, los bestiarios medievales y como ya apuntamos a la obra de Bierce.
Las imágenes descritas por el autor cuentan con un carácter cercano a lo pictórico, y se concretan con el trabajo del ilustrador Erick Soto, gracias a la simbiosis narrativa y visual, nos encontramos inmersos en una rica experiencia de lectura e interpretación.
Estos cuentos son literatura a martillazos en un sentido nietzscheano, lo cuestionan todo, son preguntas abiertas que parecen responder a la máxima quijotesca de no dejar títere con cabeza, están a la contra, ese único lugar donde se puede ser crítico.