Nace Lectomanía. Desde el Ministerio de Cultura y Juventud celebramos esta nueva revista digital de la Cámara Costarricense del Libro dedicada a tratar asuntos literarios de diversa índole, producciones científicas, académicas y temas vinculados con la industria editorial.
Una revista lleva siempre implícita la voluntad de dialogar, de estimular el pensamiento y la reflexión, la voluntad de poner sobre la mesa materiales que enriquezcan al público lector y a nuestra comunicación como sociedad plural y democrática. En este caso, ese público está compuesto de la gente a la que le gusta la literatura y la escritura como medio, de quienes están relacionados de una u otra manera con la actividad editorial en el país y, como es natural, de quienes quieren ese tiempo particular y gustoso de la lectoescritura, con la profundidad y claridad de argumentación o narrativa que exige.

En Lectomanía, sabemos, encontrarán espacio para exponer sus ideas distintos escritores, escritoras, intelectuales y especialistas que ahora tienen, en las páginas de esta revista, cómo llevar sus conocimientos y perspectivas a otras personas. Es una opción de gran valor en estos tiempos de cambio a gran escala, de coyuntura de cambio, de incertidumbres y desafíos complejos que exigen valentía, honestidad intelectual y tesón. De todos y todas. No sirve hoy simplificarlos, pretender que las soluciones vendrán fácilmente o que el camino de los próximos años será fácil.
En este espacio, avizoramos, tendremos personas animadoras, interlocutoras que serán detonadoras y también espejo y fuego creador de nuestros debates y preocupaciones como sociedad. Todos los estamentos de una sociedad debemos desear y procurar que nuestro diálogo cívico lo sea verdaderamente: que sea constructor de ciudadanía, de convivencia, de capacidad colectiva y compartida. Este aspecto central se refleja claramente en este primer número. Gracias, desde ya, por ese servicio al país.
De igual valor, como servicio al sector editorial y literario costarricense, este espacio permitirá seguir evidenciando que está compuesto por diversos agentes que se necesitan unos a otros. Y que hoy, con la transformación digital, tienen cada vez más confluencia, interfases y traslapes con otras disciplinas. Estas nuevas condiciones son sistémicas y requieren de una asunción cada vez más clara y madura si queremos crear condiciones favorables a su fortalecimiento. Facilitar espacios de encuentro, como Lectomania, entre las personas e instancias protagonistas de los eslabones de las cadenas de valor del sector es vital para compartir dificultades y aspiraciones comunes, para aquilatar las formas de asociarse u operar y fortalecer su actividad. Al mismo tiempo, sensibiliza al público sobre el quehacer cotidiano de este sector, acerca nuevas vocaciones, abre las puertas a nuevas conversaciones y alianzas.
Desde hace algunos años, el Ministerio de Cultura y Juventud y la Cámara Costarricense del Libro hemos caminado juntos y hemos unido esfuerzos, cada uno dentro de sus posibilidades, papel y mandato; con el objetivo de ampliar el contacto de los costarricenses con los libros, la lectura, el conocimiento. Lo hemos hecho sobre todo alrededor de la Feria Internacional del Libro y como hemos conversado, ese viaje común ha estado concentrado en ese evento, sin cubrir temas estructurales indispensables.
Con ese entendimiento, hemos trabajado, conversado, coincidido, contrastado y sobre todo, abierto perspectivas y herramientas de gestión indispensables para potenciar nuestra larga colaboración interinstitucional de cara a las necesidades concretas del sector: desde la Ley para el fomento de la lectura, el libro y las bibliotecas recién aprobada, promovida por el Diputado Mario Castillo, líder histórico de la Cámara, a los marcos de colaboración público-privada que fortalecimos en el MCJ –en buena parte, ante las necesidades que detectamos en esta sólida y productiva relación–, a la Estrategia Costa Rica Cultural y Creativa 2030 o el trabajo que avanzamos con las bibliotecas como parte de las acciones de conmemoración de los 200 años de Independencia.
La coyuntura de la pandemia movió ese proceso y le agregó dificultades pero también matices y aprendizajes. En ese marco, apostamos a que Lectomanía se sume al esfuerzo y abone a la pluralidad y calidad de la reflexión y concreción de soluciones. Que genere campo fértil para la búsqueda de alternativas a la altura de los desafíos, que despierte inquietudes y nuevas ideas y por supuesto, que anime ampliamente la vida intelectual costarricense.
Quisiera terminar estas líneas apelando a que el intercambio de ideas no solo nos permite conocernos mejor, sino que también nos hace más empáticos y empáticas, nos ayuda a ponernos en el lugar de los otros y también, a revisar nuestras creencias y convicciones. Es en la discusión plural de las ideas que las sociedades democráticas se ejercitan, en el ejercicio de la libertad de pensamiento y de la libertad de expresión que una democracia se evidencia activa y capaz de avance.
Finalmente, felicitando a la Cámara Costarricense del Libro por invitarnos a su Lectomanía. Les deseo y auguro arrojo y larga vida mientras saludo con afecto a todos sus lectores y lectoras.
Sylvie Durán Salvatierra
Ministra de Cultura y Juventud