Fue mucho más que una exposición y venta de libros. La Fiesta del Libro realizada a finales de septiembre en la sede Rodrigo Facio de la Universidad de Costa Rica, se convirtió en una rica experiencia de diálogo entre editores, libreros, autores y un público muy diverso, numeroso y entusiasta.
La actividad se desarrolló durante la semana del 26 de septiembre al 1 de octubre, en la explanada que bordean la biblioteca Carlos Monge Alfaro, el pretil de Estudios Generales y la Plaza 24 de abril.
Además de las editoriales de las cuatro universidades públicas y de la Editorial Costa Rica, expusieron sus libros varias editoriales privadas y autores autoeditados. Un total de 41 stands (aunque en algunos se incluyeron varios autores) armaron una rica oferta de obras, mayoritariamente de autores costarricenses.

La escritora Kristy Barrantes Brais y el poeta Alfredo Trejos estuvieron firmando libros en el stand de la Editorial Perro Azul. Barrantes presentó el libro de cuentos “Puentes”, su primera obra de ficción, mientras que Trejos hizo lo propio con “Omisión de lejía”, su noveno poemario.
La Universidad de Costa Rica ha realizado en años anteriores estas fiestas libreras a las que invita a autores independientes y editoriales pequeñas, pero en esta ocasión hubo una circunstancia especial: “algunos de estos autores y pequeñas editoriales tuvieron dificultades para participar en la Feria Internacional del Libro (FILCR-2002)” que se realizó unas semanas antes, explicó Nimrod Cabezas, del área de Producción de la Editorial de la UCR.
“En las anteriores ediciones de la FILCR, el Ministerio de Cultura daba una ayuda financiera a estas pequeñas empresas para que pudieran contar con un stand, pero en esta ocasión no hubo ese apoyo, por lo que la Fiesta del Libro de la UCR se convirtió también en un gesto de solidaridad”, agregó el funcionario.
La participación de estos pequeños emprendimientos era gratuita y con la única condición de que la mayoría de los libros fuera de autores costarricenses, porque la difusión de la literatura nacional es un objetivo de primer orden para la institución, explicó el funcionario.
“Adicionalmente, este 2022 se cumplen 80 años de la actividad editorial de la Universidad de Costa Rica y la Fiesta del Libro es parte del programa conmemorativo”, detalló
Libros, arte y cultura
El festival incluyó diversas actividades tendientes a incentivar la lectura, tales como visitas a la exposición por parte niños escolares, cuentacuentos, recitales con varios autores, así como conversatorios sobre temas específicos: ecología, salud mental, historia, entre otros.
También hubo conciertos con reconocidos artistas y grupos musicales, como el nicaragüense Luis Enrique Mejía y el grupo Perrozompopo y un taller de danza afro limonense con Claudio Taylor.
Pero también se puede hablar de resultados concretos en cuanto a la venta de libros, que fue la actividad central del evento.
Según un reporte de la Editorial de la Universidad de Costa Rica, sus ventas durante la Fiesta superaron los 3.000 ejemplares y, aunque no se cuenta con información detallada de otras editoriales, librerías y autores, las valoraciones de varios participantes reflejan resultados muy positivos.
“Nos ha ido muy bien. Por día, muy buenas ventas. Hay público de todo, niños, jóvenes, adultos, adultos mayores. Es un público variado, no solo universitario”, aseguró a Lectomania.net Mariela Fernández, de Rafaeli Books.
Esta es una empresa básicamente familiar que no cuenta con un punto de ventas fijo, sino que distribuye a través de las redes sociales, en diversas ferias nacionales o regionales, o bien mediante visitas a los centros educativos.
“Nosotros estamos muy agradecidos por este espacio, muy contentos de ver que se hace un trabajo con mucho cariño para visibilizar este tipo de producción”, afirmó Gabriela Rojas, de la Editorial Perro Azul, refiriéndose a los pequeños emprendimientos editoriales.
En esta Fiesta del Libro “hubo un movimiento continuo de público, que es muy interesante, la gente viene y revisa los libros, tiene contacto con los autores, conversan con ellos”, agrego.
Perro Azul es una editorial con 20 años de existencia, que ha crecido durante ese periodo muy vinculada a la producción poética del país, pero que también tiene un interesante catálogo en otros géneros, como novela, cuento y ensayo.
En general, los participantes en esta Fiesta del Libro esperan que la actividad se siga organizando todos los años, pues estiman que hace un aporte muy significativo a la difusión de la obra literaria y científica costarricense.

Mariela Fernández, de Rafaeli Books, destacó que esta empresa fue fundada por su hermana Elizabeth Fernández y que su nombre es una síntesis de los de sus dos progenitores.